La secretaria de Educación de Estados Unidos ha subrayado que Harvard podría utilizar su considerable fondo de 53.000 millones de dólares, así como el apoyo de sus adinerados exalumnos, para sortear cualquier desafío financiero que enfrente. Esta declaración se produce en un contexto donde las instituciones educativas de élite están siendo instadas a asumir un papel más activo en el financiamiento de sus operaciones, en lugar de depender exclusivamente de subvenciones y ayudas públicas.
Este comentario resalta el debate sobre el uso de los cuantiosos recursos de las universidades privadas y si deberían destinarse a apoyar objetivos más amplios, como la accesibilidad y la equidad educativa. Mientras tanto, se espera que estas instituciones lideren con el ejemplo, utilizando sus fondos no solo para beneficio institucional sino también para reforzar su compromiso social.
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