Anouk Aimée, nacida Nicole Françoise Dreyfus en París en 1932, inició su carrera a los 14 años influenciada por sus padres actores. Alcanzó el reconocimiento internacional con su papel en «La Dolce Vita» de Federico Fellini y se consolidó en Hollywood con «Un hombre y una mujer» de Claude Lelouch, obteniendo la Palma de Oro en Cannes y el Globo de Oro. Con una carrera que abarcó más de siete décadas, trabajó con directores como Bernardo Bertolucci y Agnès Varda. A pesar de su éxito, Aimée mantuvo una perspectiva humilde sobre su trayectoria. Sus últimos años estuvieron alejados de los reflectores, dejando un legado imborrable en el cine.
Leer noticia completa en OK Diario.