Ryan Routh ha sido formalmente acusado de conspirar para disparar al expresidente Donald Trump durante su campaña electoral en 2016, en un incidente que tuvo lugar mientras el entonces candidato jugaba al golf. Según la información revelada, Routh había planeado el ataque en un intento de interrumpir la candidatura de Trump. Las autoridades aseguran que Routh actuó en colaboración con otras personas cuya identidad aún no ha sido revelada, lo que ha suscitado una intensa investigación en torno a posibles redes más amplias detrás del complot.
El caso ha captado la atención pública y ha generado un considerable debate acerca de las medidas de seguridad en torno a figuras políticas de alto perfil. Mientras el juicio de Routh se prepara para dar inicio, los analistas señalan la importancia de este proceso como un recordatorio de las crecientes tensiones políticas y los desafíos relacionados con la seguridad de los líderes durante campañas electorales. Las autoridades no han proporcionado detalles específicos sobre las pruebas presentadas, pero han reiterado su compromiso de garantizar que se haga justicia en este caso de alta relevancia.
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