La acuicultura en España se ha consolidado como un motor clave para el desarrollo económico y social de las comunidades locales, generando más de 10.200 empleos directos y multiplicando su impacto en toda la cadena de valor, desde la transformación y distribución hasta el turismo y la hostelería. Este sector, agrupado bajo la iniciativa Acuicultura de España, destaca por su enfoque en el cultivo sostenible de pescados y algas, favoreciendo el crecimiento de oportunidades laborales en áreas donde estas son escasas, especialmente en regiones rurales y costeras. Además, el 85% de los empleos acuícolas en el país se generan a nivel local, lo que contribuye significativamente al desarrollo de infraestructuras y servicios en estas zonas. A nivel mundial, la acuicultura emplea a unos 22 millones de personas, representando el 36% de la mano de obra en pesca y acuicultura, lo que subraya su rol crucial en el suministro de alimentos marinos.
En términos de participación femenina, el sector acuícola español evidencia significativos avances, con las mujeres representando el 25% del empleo en acuicultura y el 63% en la industria de transformación de productos acuáticos. Sin embargo, la necesidad de promover la igualdad de género persiste, ya que su presencia es especialmente notable en la investigación e innovación. Proyectos de I+D+i liderados por mujeres están impulsando avances tecnológicos y científicos en el sector, creando roles más especializados y diversificados. Esto coincide con el panorama mundial, donde los productos de acuicultura representan el 57% del consumo de pescado, superando por primera vez a la pesca extractiva, según la FAO. Para continuar con este crecimiento, representes como Javier Ojeda de APROMAR abogan por políticas públicas que apoyen un desarrollo sostenible que beneficie tanto a la economía local como al medio ambiente, asegurando así la viabilidad y expansión del sector en los años por venir.
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