Los pitidos, zumbidos y susurros inexistentes que muchas personas perciben pese a no tener una fuente externa tienen su origen en diversas condiciones físicas y el envejecimiento. Este fenómeno, conocido como tinnitus, afecta a una creciente población, especialmente en quienes van sumando años. Aunque tradicionalmente se consideraba una molestia menor, los especialistas ahora entienden que puede estar vinculado a trastornos más serios, como problemas auditivos, enfermedades cardiovasculares e incluso trastornos psicológicos.
Estos sonidos imaginarios no discriminan por edad ni condición, aunque su prevalencia aumenta con la vejez, formando parte de un amplio espectro de experiencias sonoras que solo residen en la mente de los afectados. Investigadores continúan explorando las causas y posibles tratamientos, buscando aliviar a quienes viven con esta carga invisible. Mientras tanto, el tinnitus se mantiene como un recordatorio de que los sentidos y las percepciones son tan vastos como complejos, desafiando continuamente el entendimiento médico.
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