El Boletín Oficial del Estado ha hecho pública este martes la actualización del sistema de precios de referencia de los medicamentos para el año 2024, una medida que afecta a un total de 17.655 presentaciones incluidas en el Sistema Nacional de Salud (SNS). En un esfuerzo por optimizar los costes farmacéuticos, se espera un ahorro total de 139,05 millones de euros, desglosados en 73,51 millones en medicamentos hospitalarios y 65,54 millones en aquellos que se dispensan en farmacias.
En concreto, esta nueva orden introduce 12 nuevos conjuntos de medicamentos tanto en farmacias como en hospitales, al mismo tiempo que revisa los precios de referencia de 453 presentaciones disponibles en farmacias y 268 en el ámbito hospitalario. Asimismo, la actualización suprime 17 conjuntos de medicamentos que ya no cumplen los requisitos necesarios para su establecimiento.
El sistema de precios de referencia en España, implementado hace dos décadas, ha sido una herramienta fundamental para controlar el gasto farmacéutico y garantizar la sostenibilidad del SNS. Esta política de revisión y actualización anual permite ajustar los precios a las condiciones del mercado y asegurar que los medicamentos esenciales permanezcan accesibles para la población.
Para calcular el precio de referencia, se utiliza el menor coste por tratamiento y día de las presentaciones incluidas en cada conjunto. No obstante, el sistema contempla mecanismos excepcionales para garantizar el suministro de ciertos medicamentos, especialmente aquellos con dosificaciones especiales o que han sido considerados no rentables en revisiones recientes.
La publicación de esta orden también especifica los plazos para su implementación. A partir del día siguiente a la aparición en el Boletín Oficial, los laboratorios deberán adaptar sus precios, mientras que los distribuidores y farmacias dispondrán de un periodo de adaptación que se extiende hasta el 30 de noviembre de 2024.
En un contexto en el que la sostenibilidad del sistema de salud es primordial, esta medida reafirma el compromiso del Estado con un control exhaustivo del gasto farmacéutico, manteniendo el equilibrio entre accesibilidad a los medicamentos y responsabilidad financiera. Esta estrategia no solo busca asegurar la viabilidad económica del sistema sanitario, sino también mejorar la calidad y seguridad en la prestación de servicios médicos.
Fuente: Ministerio de Sanidad
