La ministra de Sanidad, Mónica García, ha presentado este martes al Consejo de Ministros el anteproyecto de ley que establece un marco integral para proteger la salud de los menores y promover un consumo responsable de alcohol en la sociedad. Este anteproyecto se centra en los menores de edad debido al riesgo elevado de desarrollar adicciones y los efectos negativos sobre el desarrollo cerebral asociados al consumo precoz de alcohol. El objetivo: prevenir el consumo de alcohol entre los menores, retrasar la edad de inicio, mitigar las consecuencias del consumo y reducir los episodios de consumo intensivo en este grupo vulnerable.
Según la Encuesta Estatal sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias en España (ESTUDES), el alcohol es la sustancia psicoactiva más consumida entre estudiantes de 14 a 18 años. En 2023, el 75,9% de los encuestados afirmó haber consumido alcohol alguna vez en su vida, el 73,6% en el último año, y el 56,6% en el último mes. La edad media de inicio del consumo es alarmantemente temprana, situándose en los 14 años para el consumo ocasional y en los 15 años para el consumo semanal. Además, el 93% de los adolescentes percibe que es muy fácil adquirir bebidas alcohólicas, a pesar de las prohibiciones autonómicas para la venta a menores.
Entre las medidas clave del anteproyecto de ley, se destacan obligaciones para las administraciones en educación, sanidad, cultura, deporte, investigación, seguridad vial, ámbito laboral y familiar. En el ámbito familiar, se implementarán programas para concienciar sobre los riesgos del alcohol y proporcionar herramientas preventivas, prestando especial atención a familias en riesgo de exclusión social.
En el ámbito educativo, se introducirán contenidos de prevención del consumo de alcohol en todos los niveles formativos, desde primaria hasta la formación del profesorado. En el ámbito sociosanitario, se desarrollarán protocolos para detectar el consumo de alcohol en menores, se incluirán registros de consumo en la historia clínica y se promoverán actividades de educación para la salud.
En el ámbito urbanístico, se valorará la implementación de limitaciones a la apertura de establecimientos en función de la densidad de puntos de venta y su proximidad a centros educativos y de protección de menores. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad podrán realizar pruebas de alcoholemia en lugares específicos, utilizando métodos no invasivos como el etilómetro. Además, las multas por consumo de alcohol en menores podrán ser sustituidas por programas preventivos y de sensibilización.
El anteproyecto prohíbe el consumo de alcohol en centros educativos, centros de protección de menores, residencias de estudiantes y centros deportivos o de ocio dirigidos a menores. También regula la venta de alcohol, prohibiendo la venta ambulante y en máquinas dispensadoras sin control efectivo. Además, se introducen limitaciones en la exposición de bebidas alcohólicas y restricciones en la publicidad dirigida a menores.
Respecto a la publicidad, queda prohibida cualquier forma que pueda atraer a menores, incluyendo la utilización de jóvenes o personajes populares entre los menores en los anuncios. Tampoco se permitirá asociar las bebidas alcohólicas con el éxito social o físico, ni emplear términos ambiguos como «consumo responsable» o «moderado».
El siguiente paso tras la aprobación del anteproyecto por el Consejo de Ministros es su publicación para trámite de audiencia e información pública. Se recabarán informes de otros Ministerios y entidades afectadas, antes de que el texto vuelva al Consejo de Ministros para su aprobación definitiva como proyecto de ley e inicie su tramitación parlamentaria.
Fuente: Ministerio de Sanidad