Madrid, 14 de julio de 2025.- En una preocupante reunión del Observatorio de Salud y Cambio Climático (OSCC), expertos han analizado la alarmante evolución de las temperaturas extremas y su impacto en la salud de la población española durante las últimas semanas. Los datos, proporcionados por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), el Instituto de Salud Carlos III y el Ministerio de Sanidad, pintan un preocupante panorama para el país.
Con un aumento sin precedentes en las temperaturas medias, el mes de junio de 2025 ha registrado una temperatura media mensual de 23,6ºC, superando el máximo histórico anterior de junio de 2017 por 0,8ºC y excediendo en 3,5ºC la media del periodo climático 1991-2020, según la AEMET. Las previsiones para julio son igualmente inquietantes, con temperaturas esperadas por encima de la media histórica en todo el territorio nacional.
Desde el 16 de mayo al 13 de julio, se han activado en el país 76 niveles de riesgo rojo por calor extremo, el nivel más elevado de vigilancia meteorológica, marcando un notable contraste con 2024, cuando no se activó ningún nivel rojo. Esta situación refleja un cambio significativo en las condiciones climáticas observadas.
Los efectos sobre la salud pública se han manifestado con claridad. El sistema MoMo del Instituto de Salud Carlos III ha atribuido 1.180 muertes a las olas de calor, un aumento del 1.300% en comparación con las 70 muertes del mismo periodo en 2024. Alarmantemente, los fallecimientos por calor aumentaron un 47% en la primera semana de julio respecto a junio, sugiriendo una peligrosa tendencia ascendente.
El perfil demográfico de las muertes indica que el 95,08% de los fallecidos tenía más de 65 años y el 59,24% eran mujeres. Este patrón se explica, en parte, por la mayor proporción de mujeres en edades avanzadas y su vulnerabilidad al calor extremo.
Las comunidades autónomas más afectadas han sido Galicia, La Rioja, Asturias y Cantabria, regiones que tradicionalmente experimentaban veranos moderados. Esta nueva vulnerabilidad climática podría deberse a una menor adaptación estructural y social frente a temperaturas extremas.
Además, desde la activación de los planes de emergencia, se han reportado diez fallecimientos por golpes de calor, cinco de ellos en personas mayores de 65 años, y cuatro en personas de entre 52 y 62 años.
La urgencia de estos datos demanda una respuesta coordinada y efectiva por parte de las autoridades para mitigar los impactos del cambio climático sobre la salud, mientras el país enfrenta una temporada de calor sin precedentes.
Fuente: Ministerio de Sanidad