En la Asamblea Mundial de la Salud, celebrada en Ginebra, la ministra de Sanidad, Mónica García, expresó una contundente condena a los ataques indiscriminados de Israel contra la población civil en la Franja de Gaza. Durante su intervención, García enfatizó la necesidad de un alto el fuego permanente y defendió la implementación de una solución basada en dos Estados.
Este año, la reunión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se desarrolla en un momento especialmente crítico, marcado por la reciente salida de Estados Unidos y la consiguiente crisis humanitaria en el Sur Global. Pese a estos desafíos, García asumirá este viernes un nuevo cargo en el Consejo Ejecutivo de la OMS tras ser elegida por una mayoría de países.
Uno de los temas centrales de esta asamblea es la aprobación del esperado Tratado de Pandemias, fruto de intensas negociaciones a lo largo de varios años. García aprovechó su intervención para denunciar la devastadora situación en Gaza, donde 37 de los 38 hospitales han sido atacados o destruidos, lo que considera un ataque directo al derecho a la vida.
En su discurso, la ministra subrayó que proteger la salud es sinónimo de proteger la dignidad humana e instó a los asistentes a no cesar en sus esfuerzos para detener la violencia. En medio de múltiples desafíos globales, García señaló que problemas como la COVID-19, la crisis climática y el aumento de las desigualdades demandan respuestas colectivas y un enfoque multilateral.
«Este foro nos recuerda que la salud global es, más que nunca, una oportunidad para construir un mundo más justo y seguro», afirmó, llamando a una colaboración internacional efectiva para abordar los problemas que afectan al bienestar mundial.
Fuente: Ministerio de Sanidad