En un reciente informe titulado “Patrones de Mortalidad en España, 2022”, el Ministerio de Sanidad ha proporcionado una detallada radiografía sobre las defunciones ocurridas en el país durante el año pasado. Según el estudio, España registró un total de 464.417 defunciones en 2022, lo que supone un incremento del 2,96% respecto a 2021. Sin embargo, esta cifra representa una mejora respecto a 2020, cuando la pandemia de COVID-19 explotó, con 29.359 defunciones menos que en ese año.
Las causas atribuibles al aumento de la mortalidad en 2022 se relacionan con factores climáticos y epidemiológicos, siendo especialmente significativos los efectos de la segunda ola de gripe durante la temporada 2021/2022 y las históricas olas de calor registradas en el verano del mismo año. Según el Instituto de Salud Carlos III, la actividad gripal intensa se extendió entre las semanas 10 y 28 de 2022. Además, de acuerdo a la Agencia Estatal de Meteorología, el verano de 2022 se catalogó como el más caluroso del siglo XXI, lo que contribuyó a un aumento en las tasas de mortalidad.
El informe subraya que la tasa de mortalidad bruta se situó en 972 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que la tasa de mortalidad ajustada por edad fue de 840,9, mostrando un aumento del 1,6% en comparación con el año anterior, pero aún 8,2% por debajo del índice de 2020. Aunque la mayoría de las causas de muerte experimentaron un incremento en la tasa ajustada por edad, las defunciones por COVID-19 disminuyeron de 40.039 en 2021 a 31.672 en 2022, marcando un aspecto positivo en el contexto post-pandemia.
El análisis detallado del documento revela que la tasa de mortalidad ajustada por edad es significativamente mayor en hombres respecto a mujeres en 13 de las 15 principales causas de muerte. Solo las enfermedades como el Alzheimer y la hipertensiva presentaron tasas más elevadas en mujeres. Destaca también, desde una perspectiva histórica, la reducción de las muertes relacionadas con el tabaquismo en hombres (30%) y el aumento en mujeres (117%) desde 2001. Por otro lado, las tasas de mortalidad relacionadas con el consumo de alcohol han mostrado una estabilidad desde 2020 tras una tendencia descendente en los años previos.
En cuanto a la mortalidad infantil, el 2022 registró una tasa de 2,6 defunciones por cada 1.000 nacidos vivos, evidenciando una disminución del 35,3% en lo que va de siglo. Este segmento reporta que una quinta parte de estas muertes se deben a malformaciones congénitas y problemas cromosómicos.
El informe completo y detallado está disponible en la página oficial del Ministerio de Sanidad, ofreciendo un recurso valioso para investigadores, expertos en salud pública y funcionarios gubernamentales interesados en las tendencias demográficas de España.
Fuente: Ministerio de Sanidad