El ejército israelí informó este viernes que interceptó uno de los dos proyectiles lanzados desde Líbano, mientras que el otro proyectil cayó en territorio libanés. En reacción, el ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, responsabilizó a Líbano por el ataque y aseguró que su país tomará medidas firmes para contrarrestar cualquier amenaza a la seguridad de sus habitantes. Katz enfatizó que Israel garantizará la seguridad de los residentes de Galilea, un área del norte de Israel que históricamente ha sido escenario de tensiones fronterizas con su vecino del norte.
En respuesta a la situación, el ejército israelí llevó a cabo ataques en el sur de Líbano el sábado, acusando a la milicia chií Hezbolá de perpetrar el lanzamiento de los cohetes. Este enfrentamiento cobró la vida de al menos ocho personas en el Líbano y puso en peligro la tregua que ha durado un año desde el último conflicto significativo en la región. Por su parte, Hezbolá negó cualquier implicación en el incidente del lanzamiento de los proyectiles y reafirmó su compromiso con el alto el fuego, destacando la compleja y volátil situación en la frontera entre ambos países.
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