Rusia ha declarado que está en la fase final de la operación militar destinada a recuperar la región de Kursk, que fue ocupada brevemente por fuerzas ucranianas durante una ofensiva rápida el pasado verano. El anuncio se produce después de que el presidente ruso, Vladímir Putin, visitara a los soldados rusos en el terreno y destacara la importancia de una rápida recuperación del territorio. Según el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, la operación para expulsar a las tropas ucranianas está a punto de culminar, con Putin recibiendo informes detallados de los comandantes a cargo sobre el progreso logrado hasta ahora. Las imágenes difundidas por medios rusos muestran a soldados izando la bandera nacional en Sudzha, un punto estratégico cerca de la frontera y el principal logro ucraniano en su avance.
Las acciones rusas coinciden con la aceptación de Ucrania de una propuesta de tregua de 30 días sugerida por Estados Unidos, cuya implementación está a la espera de una respuesta formal por parte de Moscú. Con la recuperación de Kursk, el Kremlin busca posicionarse favorablemente en posibles negociaciones para un alto el fuego, arrebatando a Kiev una potencial herramienta negociadora de intercambio territorial. No obstante, Rusia mantiene una postura firme respecto a la retención de las cuatro provincias ucranianas que, aunque ocupadas parcialmente, fueron anexionadas por Moscú en 2023 sin reconocimiento internacional. Estos desarrollos reflejan un contexto de tensas relaciones y estrategias en curso, con las miradas puestas en los próximos movimientos diplomáticos y militares.
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