En una reciente sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, la representante de Estados Unidos ante la organización, Linda Thomas-Greenfield, expresó su profunda preocupación por la situación humanitaria en la Franja de Gaza y urgió a Israel a tomar medidas inmediatas para paliar la crisis. Thomas-Greenfield criticó específicamente las nuevas órdenes de evacuación que afectan a las comunidades del norte de Gaza, subrayando que los civiles palestinos carecen de refugios seguros. Según la diplomática, la complicada situación que viven desde hace meses aproximadamente 1,5 millones de palestinos, ahora desplazados en el centro y sur de la Franja, podría empeorar si no se amplía significativamente el flujo de ayuda humanitaria hacia el enclave.
Thomas-Greenfield también expresó su deseo de que los desplazados puedan regresar a sus hogares y reconstruirlos pronto, al tiempo que criticó las restricciones impuestas por el gobierno israelí sobre la entrega de asistencia humanitaria a Gaza. Estas restricciones, combinadas con trabas burocráticas desde Jordania y el cierre de cruces fronterizos, podrían intensificar el sufrimiento en la región. A pesar del panorama desalentador, destacó los esfuerzos realizados por Sigrid Kaag, coordinadora de Asuntos Humanitarios de la ONU en Gaza, quien trabaja en estrecha colaboración con diversas organizaciones para llevar a cabo acciones como la campaña de vacunación contra la polio, intentando así aliviar parte de la carga humanitaria que enfrentan los ciudadanos de Gaza.
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