La vicepresidenta del Gobierno valenciano, Susana Camarero, ha rechazado la posibilidad de dimisiones en el seno del Ejecutivo autonómico a raíz de la gestión de la depresión aislada en niveles altos (dana) ocurrida el pasado 29 de octubre. Camarero ha insistido en que, ante la magnitud de la catástrofe y los daños sufridos en los municipios afectados, la prioridad es trabajar sin descanso para mitigar las consecuencias del desastre. Asimismo, ha señalado que cualquier evaluación crítica del manejo de la situación será abordada por el presidente Carlos Mazón en su próxima comparecencia en las Cortes Valencianas, donde se espera que ofrezca aclaraciones sobre la actuación gubernamental. Además, ha remarcado la necesidad de un mayor flujo de recursos financieros por parte del Gobierno central para atender eficazmente a los damnificados.
En referencia a la manifestación que congregó a 130,000 personas en Valencia para protestar contra la gestión de la dana por parte del presidente Carlos Mazón, Camarero ha mostrado empatía hacia el dolor y frustración expresados por los participantes. Sin embargo, ha criticado a quienes utilizaron la marcha con fines políticos, distinguiéndolos de aquellos que buscaban genuinamente expresar su indignación. Camarero también ha hecho referencia a los problemas de comunicación entre la ministra Teresa Ribera y el presidente Mazón, achacando la falta de contacto a una caída temporal del sistema de cobertura debido a la catástrofe. Ha cuestionado las acciones de Ribera, alegando que se encontraba en Bruselas durante los eventos críticos en lugar de estar atenta a la situación en Valencia.
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