El Gobierno de Estados Unidos ha decidido retirarse del grupo multinacional encargado de investigar a los líderes responsables de la guerra en Ucrania, una decisión que supone un cambio significativo respecto al compromiso asumido previamente por la administración Biden. Esta salida se produce en el contexto de un alejamiento de Donald Trump del enfoque adoptado por su predecesor, quien había manifestado una firme determinación de exigir cuentas al presidente ruso, Vladimir Putin, y a sus aliados por la invasión. Este grupo, establecido para perseguir la agresión como un crimen contra la soberanía internacional, incluía la participación de países europeos y, hasta ahora, la colaboración única de Washington fuera del continente europeo. La comunicación de esta retirada se anunciará formalmente a través de un correo interno dirigido a los miembros de Eurojust, la organización matriz.
El cambio en la postura de Estados Unidos también repercute en la estructura interna del Departamento de Justicia. En particular, se está reduciendo el enfoque del Equipo de Responsabilidad de Crímenes de Guerra, un organismo creado para coordinar el enjuiciamiento de crímenes relacionados con la invasión en Ucrania. Este equipo, durante la administración Biden, desempeñaba un papel crucial al apoyar con capacitación y asistencia logística a las autoridades ucranias en sus esfuerzos por llevar ante la justicia a los responsables de crímenes de guerra. Ahora, con el giro en la política bajo el liderazgo de Trump, el compromiso previo del país norteamericano de proporcionar respaldo operativo a sus homólogos ucranios podría verse disminuido, lo que plantea implicaciones potencialmente significativas para la búsqueda de justicia internacional en torno al conflicto en Ucrania.
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