La reciente victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos ha generado un manto de incertidumbre sobre numerosos escenarios internacionales, incluyendo el futuro del gobierno mexicano liderado por Claudia Sheinbaum. A pesar de las posibles tensiones, Sheinbaum ha declarado su compromiso de mantener una relación de trabajo constructiva con Trump, asegurando que «México siempre sale adelante» y que no hay motivos de preocupación. En un movimiento estratégico, su gabinete ha presentado una ambiciosa estrategia nacional de energía que contempla la participación del sector privado en la Comisión Federal de Electricidad (CFE), lo que podría representar un giro hacia la apertura y modernización del sector energético en México.
En el ámbito internacional, la presidenta Sheinbaum se prepara para realizar su primer viaje oficial al extranjero desde que asumió el cargo, asistiendo a la Cumbre del G20 que se celebrará en Río de Janeiro el próximo 18 de noviembre. Este evento es una oportunidad crucial para que Sheinbaum se posicione en la escena mundial y dialogue sobre temas económicos y de desarrollo en un foro global. La cumbre también servirá como plataforma para discutir el impacto que la política de Trump podría tener en la cooperación económica y política en América Latina, un tema que seguramente estará en el centro de los debates internacionales.
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