La vicepresidenta de Estados Unidos y candidata demócrata a la presidencia, Kamala Harris, ha expresado su satisfacción por la muerte del líder de Hamás en Gaza, manteniendo una postura alineada con la del presidente Joe Biden. Harris destacó que «se ha hecho justicia» y aseguró que esto mejora la seguridad de Estados Unidos, Israel y el mundo. Este comentario coincide con una protesta propalestina que se gestó en el campus de la Universidad de Wisconsin-Milwaukee, donde Harris participaba en un evento a puerta cerrada. La vicepresidenta subrayó la responsabilidad de Sinwar en «la muerte de miles de personas inocentes» y el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023, describiéndolo como «el día más mortífero para el pueblo judío desde el Holocausto».
La guerra en Gaza ha dejado un saldo devastador, según las autoridades de la región controlada por Hamás, con más de 41,000 gazatíes muertos en un año de conflicto. Harris argumentó que Israel tiene derecho a defenderse y enfatizó la necesidad de eliminar la amenaza que Hamás representa, señalando avances significativos hacia ese objetivo con la muerte de sus líderes. Sin embargo, su llegada al campus fue confrontada por manifestantes que acusaban a la administración estadounidense de complicidad con lo que ellos denominan «genocidio israelí en Gaza». Esta crítica al apoyo militar de la Casa Blanca a Israel se ha mantenido presente durante gran parte de la campaña, reflejándose en protestas como la que tuvo lugar en Wisconsin.
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