En Muscat, Omán, representantes de Irán y Estados Unidos se han reunido para negociar sobre el controvertido programa nuclear iraní que ha generado tensiones internacionales por décadas. El ministro de Exteriores iraní, Abbas Araqchi, y el enviado estadounidense para Oriente Próximo, Steve Witkoff, encabezan las conversaciones en un contexto de desconfianza mutua. Washington, bajo la administración de Donald Trump, ha emitido amenazas de acción militar si Teherán no detiene su programa nuclear, el cual asegura ser pacífico en contraste con las sospechas estadounidenses de que apunta a desarrollar armamento nuclear.
Este diálogo ocurre mientras Oriente Próximo enfrenta un clima de intensificada tensión debido a la ofensiva israelí en Gaza, dirigida contra Hamás, un grupo con respaldo iraní. Irán también apoya a otros actores del Eje de la Resistencia, como Hezbolá y los hutíes, involucrados en conflictos regionales. Las conversaciones podrían aliviar o exacerbar estas tensiones dependiendo de sus resultados. El ayatolá Ali Jamenei ha otorgado plena autoridad a Araqchi para las discusiones, resaltando que su duración dependerá de la seriedad y buena fe del lado estadounidense, según fuentes iraníes.
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