Yahia Sinwar, el máximo líder de Hamás desde julio pasado, se ha consolidado como una figura central en el conflicto israelí-palestino, principalmente tras ser señalado como el arquitecto de los ataques del 7 de octubre de 2023. En estos incidentes, Hamás mató a 1.200 personas y secuestró a 251, convirtiendo a Sinwar en el objetivo número uno de la campaña militar israelí en Gaza. Su ascenso al poder llegó tras la muerte de su predecesor, Ismail Haniya, en un ataque israelí en Teherán. Nacido en el campo de refugiados de Jan Yunis, en el sur de Gaza en 1962, Sinwar fue testigo de la violencia israelí desde joven y adoptó la ideología islamista radical de Hamás poco después de su fundación en 1987. Esta ideología busca establecer un Estado islámico en todo el territorio histórico de Palestina, oponiéndose firmemente a la existencia de Israel.
Con un pasado marcado por la violencia y la resistencia, Sinwar pasó 22 años en una prisión israelí en Ashkelon tras ser arrestado en 1988 y sentenciado a cuatro cadenas perpetuas por el secuestro y asesinato de soldados israelíes e informantes palestinos. Fue liberado en 2011 en un acuerdo de intercambio de prisioneros que permitió la salida de 1.027 palestinos a cambio de un soldado israelí. A pesar de un año de guerra en Gaza que ha causado casi 42.500 muertes en la Franja, Sinwar, según fuentes cercanas citadas por Reuters, nunca se arrepintió de los ataques que ordenó. Su papel en el conflicto subraya la complejidad y la persistencia de las tensiones en la región, acentuando el desafío que representa su liderazgo radical y estratégico para la estabilidad del área.
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