La jornada política de este viernes se presenta intensa para el PSOE, que inicia su 41º Congreso Federal en Sevilla en medio de turbulencias políticas. La atención se centra en el exlíder del PSOE de Madrid, Juan Lobato, quien comparece ante el Tribunal Supremo por su implicación en la filtración de un correo comprometiendo al novio de la presidente regional de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en delitos fiscales. La situación se agrava con la imputación del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, lo que ha intensificado las tensiones dentro del partido y el Gobierno. Estos eventos coinciden con el Congreso, un acontecimiento clave para los socialistas que busca reforzar su cohesión y definir su hoja de ruta política en un contexto complicado.
Paralelamente, en el Senado, se desarrolla la comisión del conocido como «caso Koldo», donde han sido citados la empleada de Moncloa, Cristina Álvarez, y Javier Hidalgo, exresponsable de Globalia. Las comparecencias se centran en supuestas mediaciones a favor de Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Este último, por su parte, también lidia con los efectos de la reciente dana, presidendo el Comité de Crisis para afrontar las secuelas de las riadas un mes después. En este complejo panorama, el PSOE busca unificar sus fuerzas en su Congreso mientras enfrenta desafíos internos y externos que podrían definir su futuro político.
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