En una reciente entrevista radiofónica con Ciro Gómez Leyva en RadioFórmula, el expresidente mexicano Felipe Calderón defendió enérgicamente la controvertida estrategia de seguridad que implementó durante su mandato de 2006 a 2012. Calderón afirmó que enfrentar a la delincuencia era no solo correcto, sino también una obligación constitucional y moral. «Solo hay dos opciones: o enfrentas o evades y abdicas ante los criminales, y yo decidí enfrentarlos», señaló. Estas declaraciones se producen en un contexto complejo tras la reciente condena de Genaro García Luna en Nueva York, acusado de tener una «doble vida», de la cual Calderón afirma que desconocía su aspecto ilícito. «Es una situación compleja, difícil, penosa, me duele mucho lo que ha pasado», expresó, mostrando su desazón por los acontecimientos recientes.
A pesar de las críticas que ha recibido a través de los años, Calderón defiende su legado argumentando que su sexenio fue juzgado de manera «inmisericorde». Según el exmandatario, la administración que le sucedió desmanteló “muchas cosas” valiosas de su estrategia, como la inteligencia y la conformación de instituciones. Sin embargo, el panorama se ha visto empañado por los escándalos vinculados a algunos de sus más cercanos colaboradores, lo que ha hecho que su defensa se enmarque en un clima de constante escrutinio. Calderón insiste en que, a pesar de las adversidades, la lucha contra el crimen organizado sigue siendo una tarea esencial y que sus acciones buscaban resguardar a la ciudadanía frente a una amenaza que no podía ignorarse.
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