La organización defensora de los derechos de los animales, PETA, ha llevado a cabo una acción de protesta visual sobre uno de los muros del Palacio Apostólico en el Vaticano. En su intervención, proyectaron mensajes en contra de la tauromaquia, instando al Papa León XIV a que la Iglesia católica rompa con la industria de las corridas de toros. Este acto busca llamar la atención sobre lo que la asociación considera una tradición violenta y obsoleta, solicitando al líder religioso que tome una posición firme y clara en contra de estas prácticas.
La proyección ha generado una respuesta variada, desde apoyo de grupos que defienden el bienestar animal hasta críticas por parte de aquellos que ven en los toros una tradición cultural arraigada. PETA ha manifestado que esta no es una cuestión únicamente cultural, sino de ética y compasión hacia los animales. Argumentaron que la Iglesia tiene el poder y la responsabilidad de influir en la opinión pública y promover cambios significativos en favor de una sociedad más respetuosa con todos los seres vivos. Hasta el momento, no ha habido una respuesta oficial por parte del Vaticano ante esta inusual petición.
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