El gobierno ruso, liderado por Vladímir Putin, evalúa retirarse del Convenio Europeo para la Prevención de la Tortura en medio de acusaciones de abusos contra prisioneros ucranios. Maksim Butkevich, un activista y ex periodista, narra su experiencia de terror bajo custodia rusa tras ser capturado en junio de 2022. Butkevich describe las condiciones abrumadoras y las tácticas de intimidación, detallando la manipulación y las amenazas recibidas por parte de sus captores. Este contexto de violencia y abusos sistemáticos forma parte de un patrón más amplio identificado por organizaciones internacionales, que documentan múltiples violaciones de derechos humanos en los centros de detención rusos.
La historia de Butkevich refleja una única liberación afortunada en contraste con muchos otros ucranios aún cautivos. Después de ser sometido a un juicio manipulado, fue sentenciado por crímenes que no cometió y solo salió en un intercambio de prisioneros tras más de dos años de encierro. La ONU y la OSCE han señalado múltiples irregularidades similares en casos de prisioneros ucranios retenidos por Rusia. Mientras tanto, el primer ministro ruso, Mijail Mishustin, ha instado al Parlamento a formalizar la retirada del tratado europeo, desafiando las críticas internacionales y subrayando el cinismo en el manejo del conflicto por parte de Moscú.
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