El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) registró un sismo significativo que se originó a una profundidad de 18,2 kilómetros bajo el lecho marino. Este evento geológico despertó preocupación entre los expertos debido a su considerable profundidad y el potencial impacto que podría tener en las áreas circundantes. Aunque no se han reportado daños estructurales importantes ni pérdidas humanas hasta el momento, las autoridades locales han emitido advertencias y están monitoreando de cerca la situación para garantizar la seguridad de la población.
La información preliminar del USGS sugiere que el epicentro del temblor se encuentra en una región activa en términos sísmicos, lo que ha llevado a los científicos a evaluar la posibilidad de réplicas en los próximos días. Equipos de emergencia están en alerta mientras los residentes han sido aconsejados a estar preparados y seguir las instrucciones de seguridad emanadas de los servicios de emergencia. La comunidad científica continúa analizando los datos para entender mejor las circunstancias de este fenómeno natural, mientras se refuerzan las medidas de prevención y respuesta en caso de futuros movimientos telúricos.
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