El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, asumirá su cargo el próximo 20 de enero, en una ceremonia que promete ser tan grandilocuente como polémica. Mientras su equipo de transición afina los detalles del evento inaugural, las decisiones políticas que Trump priorice desde su primer día en el Despacho Oval mantendrán al país y al mundo atentos. Las expectativas son altas, ya que la agenda con la que conquistó las elecciones es ambiciosa y el control republicano del Congreso y el Senado allana el camino para implementar medidas clave. Se espera que emita una serie de órdenes ejecutivas en su primera semana, que permitirán vislumbrar el rumbo que tomará su administración.
Entre las propuestas más destacadas de su inminente mandato se encuentra la imposición de aranceles a productos importados de países como Canadá, México y China, una decisión que podría afectar a industrias clave como la del automóvil y que aún está sujeta a negociaciones internacionales. Además, sus promesas de deportar a inmigrantes y de reducir drásticamente el gasto público, bajo la guía de asesores como Elon Musk y Vivek Ramaswamy, conllevan desafíos logísticos y legales significativos. En cuanto a política interior, Trump ha prometido medidas en contra de la diversidad y equidad, así como cambios radicales en el ámbito energético y medioambiental. En el terreno internacional, su objetivo declarado es resolver el conflicto entre Rusia y Ucrania con un enfoque que solo el tiempo dirá cuán realizable es.
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