Las trabajadoras de la Coordinadora de Intervención Social, junto con las secciones sindicales en los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Madrid, han expresado una posición clara y decidida contra los desahucios, denunciando el papel que estos tienen en el marco de la especulación inmobiliaria. A través de un comunicado contundente, las trabajadoras han destacado la vivienda como un derecho fundamental y no como una mercancía al servicio del enriquecimiento de unos pocos, subrayando que el despojo de un hogar supone una agresión directa a la dignidad humana.
En consonancia con el Sindicato de Inquilinas de Madrid, las trabajadoras han señalado que la especulación inmobiliaria no solo despoja a las personas de sus hogares, sino que perpetúa una desigualdad social profunda al dejar a muchas familias sin acceso a una vivienda digna. Este sistema, argumentan, alimenta la precariedad y la exclusión social, expulsando a millones de personas a las calles o forzándolas a vivir en condiciones indignas. Afirman que la especulación inmobiliaria es un ataque a la justicia social y una violación de los derechos humanos.
La precariedad laboral que enfrentan las trabajadoras del sector también ha sido objeto de crítica. Denuncian que su labor se ve comprometida por un entorno laboral precario, con contratos temporales, sobrecarga de trabajo y salarios bajos, lo que limita su capacidad para ofrecer atención y apoyo a quienes más lo necesitan. Esta precariedad, afirman, es reflejo de un sistema que busca que las clases trabajadoras paguen el precio de la crisis y la explotación.
Las trabajadoras rechazan categóricamente ser utilizadas como parte del engranaje que legitima los desahucios. Aseguran que su rol no es decidir quién es «suficientemente vulnerable» para evitar un desahucio, sino acompañar y ofrecer soluciones dignas. Enfatizan que su lugar es al lado de las personas desfavorecidas, oponiéndose activamente a los intereses especulativos que atentan contra los derechos fundamentales y destruyen la cohesión social.
En un llamado a la acción, las trabajadoras se han comprometido a luchar por un futuro que priorice a las personas, la justicia social y el acceso a una vivienda digna para todos. Reiteran su oposición a la especulación y la precariedad, y dejan claro que continuarán combatiendo por una sociedad más justa, en la que la vivienda sea reconocida como un derecho inalienable para todos los individuos.
El mensaje es claro: no más desahucios, no más precariedad. Las trabajadoras urgen a unirse a la lucha por un Madrid libre de desahucios y especulación, reafirmando su compromiso con una sociedad donde la vivienda no sea vista como un negocio, sino como un derecho esencial para todas las personas.
Fuente: CNT