En medio de crecientes preocupaciones sobre los impactos de internet y las nuevas tecnologías en los usuarios, los legisladores están evaluando propuestas para proteger a los más vulnerables. No obstante, la eficacia y las posibles consecuencias de estas medidas siguen siendo tema de debate.
Una de estas iniciativas es la reintroducción de la «Ley Mi Cuerpo, Mis Datos» por la representante Sara Jacobs. Esta legislación busca resguardar la privacidad en el ámbito de la salud reproductiva, asegurando tanto la protección de datos personales como el mantenimiento de la encriptación de punto a punto.
La ley exige que empresas y organizaciones manejen con responsabilidad la información vinculada a la salud reproductiva, limitando la recopilación y uso de datos a lo estrictamente necesario para el servicio prestado. Esto abarca datos sobre embarazo, menstruación, técnicas anticonceptivas y diagnósticos diversos, protegiendo a quienes utilizan aplicaciones para el seguimiento del ciclo menstrual o buscan información sobre servicios de salud reproductiva.
Organizaciones como Planned Parenthood Federation of America y la National Women’s Law Center apoyan la propuesta, subrayando la necesidad de proteger la privacidad en el contexto de la salud reproductiva. La legislación también confiere a las personas derechos para acceder y eliminar su información personal, y obliga a las empresas a ser transparentes en sus políticas de privacidad.
Además, la ley permite que las personas demanden a empresas que violen su privacidad, garantizando así un cumplimiento riguroso. Esta medida no solo empodera a los usuarios sino que también fortalece la responsabilidad corporativa.
Mientras la normativa nacional propuesta por Jacobs establece estándares básicos de privacidad de datos, también permite que los estados introduzcan leyes más estrictas. Junto a los senadores Mazie Hirono y Ron Wyden, Jacobs destaca la importancia de proteger los datos como parte esencial de la justicia reproductiva.
La discusión legislativa avanza con una creciente atención hacia la responsabilidad y el manejo seguro de la información personal, en un entorno donde los derechos digitales y la privacidad se convierten en pilares centrales de las políticas de salud y protección.