Ante el panorama económico desafiante en España, un número creciente de ciudadanos está optando por buscar oportunidades laborales fuera del país. Aunque los destinos comunes han sido frecuentemente los estados nórdicos y Alemania, una nueva tendencia se está consolidando: Francia. Históricamente un refugio laboral para los españoles, especialmente durante el franquismo, Francia sigue siendo una opción atractiva por su cercanía geográfica, similitudes culturales y las comodidades que ofrece ser parte de la Unión Europea. Actualmente, el crecimiento económico galo y la necesidad de empresas francesas de incorporar trabajadores que hablen español, han intensificado la migración hacia el país vecino.
La facilidad para emigrar a Francia siendo español es notable ya que no se requieren visados ni pasaportes, únicamente el Documento Nacional de Identidad. Una vez en territorio francés, los españoles pueden residir hasta tres meses sin registro, tras lo cual es aconsejable inscribirse en el ayuntamiento local para formalizar su estancia. Francia no solo ofrece un salario mínimo de más de 1.700 euros mensuales, sino que el salario medio alcanza los 3.600 euros, cifras significativamente superiores a las españolas. Además de sus atractivas condiciones económicas, las plataformas digitales, como EURES, facilitan la búsqueda de empleo desde España, con más de 671.000 ofertas disponibles actualmente. Esto hace que el país galo se presente como un destino viable y prometedor para quienes buscan mejorar su calidad de vida laboral.
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