Adriana Metz, quien ha pasado gran parte de su vida buscando a su hermano desaparecido durante la dictadura militar en Argentina, finalmente pudo escuchar su voz después de 48 años. El emocionante reencuentro se produjo tras confirmarse mediante un test genético que él es el hijo desaparecido de sus padres, Graciela Romero y Raúl Eugenio Metz. Este individuo, arrebatado a su madre al nacer en un centro clandestino de detención, fue criado por otra familia sin conocer su verdadera identidad. Con este descubrimiento, las Abuelas de Plaza de Mayo celebraron la restitución del nieto número 140, una victoria significativa en su continua lucha por los derechos humanos.
El anuncio fue celebrado por Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, quien destacó la importancia de devolver el derecho a la identidad. También subrayó la necesidad de continuar la búsqueda de más de 300 personas aún desaparecidas. Adriana Metz, emocionada por el reencuentro, compartió su deseo de conocer a su hermano en persona y expresó su asombro ante el sistemático plan de apropiación de menores durante el régimen militar. Metz, ahora empezando una nueva etapa como hermana mayor, busca integrar plenamente a su hermano en la familia que lo esperaba.
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