Las autoridades israelíes han sido acusadas de violar sistemáticamente los derechos de los activistas a bordo de la Global Sumud Flotilla, que se dirigía a Gaza y fue interceptada en aguas internacionales. El grupo de abogados Adalah ha denunciado que los activistas, tras ser trasladados al puerto de Asdod y luego a una prisión en el desierto de Néguev, han enfrentado condiciones inhumanas, como la falta de acceso a agua, bañar y medicamentos, así como agresiones y acoso por parte del Ejército israelí. Los detenidos fueron obligados a arrodillarse con las manos atadas y se registraron incidentes de humillación que incluyeron la visita del ministro de Seguridad, Itamar Ben Gvir.
Además, Adalah ha criticado la falta de representación legal adecuada durante los procedimientos judiciales, afirmando que los activistas fueron procesados sin la debida asistencia. A pesar de las condiciones adversas, el grupo de abogados ha logrado acceder y brindar apoyo a 331 de los detenidos, asegurando que la situación es monitoreada de cerca. La ONG sostiene que todo el proceso de detención y deportación es ilegal desde su inicio, especialmente las interceptaciones en aguas internacionales, y ha enfatizado que el trato recibido por los activistas viola gravemente sus derechos fundamentales.
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