El presidente ha expresado su fuerte desaprobación hacia la falta de acción tanto de los países árabes como de Occidente frente a lo que calificó como «crímenes» del ejército de Tel Aviv. Durante un discurso reciente, el mandatario enfatizó que estas acciones se producen a diario y lamentó lo que considera una inaceptable pasividad internacional. Subrayó la importancia de que la comunidad internacional tome medidas concretas y efectivas para abordar y detener estas acciones que, según él, violan los derechos humanos fundamentales.
En su declaración, hizo un llamado urgente a los líderes mundiales para que se unan en la condena de estos actos y trabajen en el establecimiento de sanciones y medidas diplomáticas que obliguen a Tel Aviv a cesar estas actividades. Resaltó la urgencia de la situación y manifestó que la falta de respuesta adecuada podría perpetuar aún más el sufrimiento de las comunidades afectadas. Concluyó declarando que es responsabilidad de todos actuar con firmeza y compromiso en la búsqueda de justicia y paz en la región.
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