El reciente acto del líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, junto a sus barones autonómicos en Murcia, centrado en la política migratoria, ha desatado una intensa confrontación con Santiago Abascal, líder de Vox. Feijóo criticó las posturas radicales de Vox, tachándolas de populistas y demasiado extremas, específicamente rechazando la idea de «echar al mar» a todos los inmigrantes. Esta declaración provocó una fuerte reacción de Abascal, quien lo acusó de tergiversar la política de su partido y de preparar un acercamiento con el PSOE. La respuesta incendiaria en la red social X destacó el descontento de Vox con el discurso de Feijóo, resaltando las tensiones entre las dos formaciones políticas de derecha.
En este escenario, el PP intenta distanciarse de las posturas extremas de Vox, presentando un enfoque moderado que busca colocarse entre las políticas del PSOE y Vox. En su intervención, Feijóo propuso un visado por puntos para trabajos que carecen de mano de obra, centrándose en países con culturas similares a la española, buscando una inmigración regulada. Esta estrategia, respaldada por la vicesecretaria de Coordinación Sectorial, Alma Ezcurra, intenta apelar a un concepto de «inmigración bien gestionada» que atraiga votos perdidos hacia Vox. Sin embargo, las encuestas reflejan una significativa fuga de votos del PP a Vox, impulsada por preocupaciones respecto a la inmigración, declarada como un problema prioritario por un sector significativo de sus electores, lo que alimenta la pugna entre los dos partidos.
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