José Luis Ábalos, exministro y ex secretario de Organización del PSOE, se encuentra en un momento crítico de su defensa en el conocido como «caso Koldo». Decidido a modificar su estrategia legal, Ábalos evalúa cambiar de abogado antes de sus próximas comparecencias ante el Tribunal Supremo, programadas para esta semana. El exdirigente político, ahora parte del Grupo Mixto en el Congreso tras su expulsión del PSOE hace 20 meses, insiste en mantener su escaño y rechaza cualquier negociación con la Fiscalía, alegando su inocencia frente a las acusaciones de ingresos irregulares. Según él, las evidencias presentadas por la UCO de la Guardia Civil carecen de base sólida para sostener el caso de presunta corrupción y amaño de contratos públicos.
Con respecto a la reciente citación judicial, Ábalos todavía no ha revelado quién será su nuevo representante legal, mientras que el magistrado del Supremo, Leopoldo Puente, ha interpretado que el informe de la UCO intensifica los indicios de criminalidad. Sin embargo, Ábalos afirma que las acusaciones de pagos no justificados por casi 95,000 euros no son de origen dudoso y que puede demostrar su procedencia en un juicio. Rechaza también las versiones sobre financiación irregular del PSOE, defendiendo que los pagos recibidos fueron gastos justificados y validados por el Tribunal de Cuentas. En este contexto, Ábalos está decidido a no renunciar a su aforamiento, lo cual considera esencial para su defensa, subrayando que su caso se está desinflando debido a informes que percibe como sesgados.
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