El exministro socialista ha expresado su opinión sobre la posibilidad de que el Ejecutivo español hubiera tomado la decisión de establecer un «mando único», lo que, según él, habría permitido priorizar la eficacia y la capacidad de respuesta en la gestión de situaciones complejas. Esta reflexión surge en un contexto donde se analiza cómo las decisiones centralizadas pueden fortalecer la coordinación entre diferentes entidades gubernamentales, procurando una respuesta más rápida y efectiva ante desafíos significativos a nivel nacional.
La propuesta del exministro subraya la importancia de contar con estructuras gubernamentales que puedan adaptarse rápidamente a las necesidades emergentes, permitiendo aplicar estrategias uniformes y coordinadas que minimicen la burocracia y potencien la respuesta inmediata. Esta no es la primera vez que se discute la viabilidad de un «mando único» en la administración pública española, y sus defensores argumentan que podría permitir una mejor gestión de recursos y una actuación más coherente y adaptativa frente a diversas crisis, aunque también existen voces críticas que alertan sobre los riesgos de concentración de poder.
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