En un inesperado giro de los acontecimientos, Hansi Flick, técnico del FC Barcelona, está experimentando una temporada llena de altibajos, evocando las frustraciones que una vez enfrentó su predecesor, Xavi Hernández. Lo que comenzó como una campaña prometedora y llena de expectativas, se ha transformado en un escenario de incertidumbres para los fanáticos y el equipo. En este momento, el Barça mantiene su liderazgo en La Liga con 38 puntos, tras un empate polémico contra el Betis. Sin embargo, su primacía en la tabla es frágil, ya que el Real Madrid y el Atlético de Madrid se encuentran pisándole los talones, con 36 y 35 puntos respectivamente y un partido menos disputado. Esta situación refleja unas cifras no muy lejanas a las obtenidas por Xavi en su desafiante temporada pasada, marcadas por una combinación de victorias y derrotas que han dejado a los seguidores del equipo azulgrana con un sentimiento de déjà vu.
Con el transcurso de las jornadas, Flick parece estar adaptándose a las complejidades del club catalán mientras lidia con las presiones tanto dentro como fuera del terreno de juego. Los últimos resultados no solo han afectado el ritmo del equipo, sino también han mermado el discurso del entrenador, quien incluso ha experimentado su primera expulsión como director técnico en La Liga, un acontecimiento que resalta los retos inherentes a su nueva posición. Comparado con el primer ciclo de Xavi en el Barcelona, el equipo de Flick todavía tiene margen para mejorar si desea alcanzar el estándar de la época dorada del club. Sin embargo, la repetición de ciertos patrones de conducta, como las justificaciones arbitrales por malos resultados, enfatiza la presión que enfrenta el técnico alemán para revertir el rumbo y mantener al Barcelona en la cúspide del fútbol español.
Leer noticia completa en OK Diario.