El uso de edulcorantes artificiales como sustitutos del azúcar para controlar el peso ha ganado popularidad, pero un nuevo estudio de la revista Neurology sugiere que puede tener efectos adversos en la salud cerebral. La investigación indica que el consumo elevado de edulcorantes bajos o sin calorías está asociado con un envejecimiento acelerado del cerebro, llevando a un deterioro cognitivo más temprano. Las personas que consumen más de estos productos muestran un deterioro en funciones cognitivas como la memoria y el pensamiento, equivalente a un envejecimiento cerebral adicional de 1.6 años.
El estudio, que analizó datos de más de 12,000 adultos brasileños durante ocho años, señala que aquellos con un alto consumo de ciertos edulcorantes, como aspartamo y sacarina, presentan tasas de deterioro cognitivo significativamente más altas en comparación con quienes los evitan. Los expertos advierten que estos edulcorantes pueden alterar el microbioma intestinal y provocar inflamación, aumentando así el riesgo de enfermedades neurodegenerativas. Aunque es necesario seguir investigando, se sugiere una reducción general del azúcar y de edulcorantes, priorizando alimentos integrales y optando por alternativas menos procesadas, como la stevia.
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