La eterna debate sobre si es mejor consumir verduras crudas o cocinadas ha llevado a muchos ciudadanos en España a cuestionar sus hábitos alimenticios. A pesar de la creencia de que las verduras crudas preservan todos sus nutrientes, expertos en nutrición sugieren que esta no es siempre la verdad. En particular, ciertos vegetales como las zanahorias, tomates y espinacas demuestran que, al cocinarlos, no solo se mantienen sus beneficios, sino que los potencian, lo que puede contribuir a una dieta más saludable y equilibrada.
Por ejemplo, al cocer zanahorias, se facilita la digestión y se multiplican sus antioxidantes, lo que puede ser beneficioso para aquellos que buscan reducir la ingesta calórica. Las espinacas, por su parte, aumentan su contenido de hierro y otros nutrientes al ser hervidas, y el licopeno del tomate, esencial para la salud cardiovascular, se potencia significativamente con la cocción. De igual manera, la coliflor y la remolacha, al ser preparadas adecuadamente, contribuyen a una mejor salud digestiva y cardiovascular. Por lo tanto, cocinar estas verduras puede ser una excelente estrategia para maximizar sus beneficios nutricionales y mejorar la salud general.
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