En un entorno empresarial cada vez más competitivo y desafiante, optimizar la carga fiscal se ha convertido en un imperativo para muchas organizaciones. Con el cierre del ejercicio fiscal a la vuelta de la esquina, las empresas buscan implementar estrategias que les permitan hacer frente al Impuesto sobre Sociedades de manera eficiente. Una de las principales tácticas que está generando interés es el uso de la libertad de amortización para vehículos eléctricos e híbridos enchufables.
Esta medida no solo fomenta la movilidad sostenible, sino que también ofrece una oportunidad para acelerar la amortización de estos activos, reduciendo la base imponible de las empresas. Además, la instalación de puntos de recarga se suma a esta estrategia, proporcionando un beneficio adicional para aquellas compañías que están invirtiendo en infraestructuras verdes.
Al mismo tiempo, el control sobre los gastos de atenciones a clientes y proveedores se perfila como otra herramienta clave. Según la normativa vigente, estos gastos son deducibles hasta el 1% de la cifra de negocios, permitiendo a las empresas reducir el impacto fiscal mientras mantienen relaciones comerciales efectivas. Asimismo, las donaciones adquieren protagonismo, con un incremento en el porcentaje deducible que puede llegar hasta el 45% si se realizan a la misma entidad durante dos años consecutivos.
La reserva de capitalización, que ofrece una deducción del 15% sobre los fondos propios, emerge como una opción atractiva para empresas que buscan capitalizar su situación financiera. Esta estrategia no solo reduce la base imponible, sino que también refuerza la posición económica de las compañías, brindando una doble ventaja.
Las empresas de reducida dimensión no quedan exentas de estas oportunidades. Con una cifra de negocios inferior a los 10 millones de euros, pueden beneficiarse de la reserva de nivelación, otra herramienta diseñada para aliviar la carga fiscal y contribuir a la sostenibilidad financiera de las pequeñas y medianas empresas.
En el ámbito de las inversiones, el impulso hacia las energías renovables ofrece un aliciente adicional. La libertad de amortización para este tipo de inversiones, con un límite de 500.000 euros, está sujeta a requisitos como el mantenimiento de la plantilla laboral, asegurando que los beneficios fiscales se traduzcan en estabilidad y crecimiento económico.
A medida que se acerca el nuevo año fiscal, las empresas deben prestar atención a estas y otras medidas para optimizar su contexto impositivo. La planificación estratégica adecuada no solo se traduce en ahorros inmediatos, sino que puede potenciar la rentabilidad a largo plazo. Para las organizaciones que buscan mantenerse competitivas en un mercado en constante evolución, cada decisión fiscal es esencial y debe ser tomada con sumo cuidado y asesoramiento profesional.