En un mundo cada vez más digitalizado, los centros de datos se han consolidado como el núcleo vital de cualquier empresa. Estos espacios, dedicados al almacenamiento y gestión de servidores y datos, representan la columna vertebral de la infraestructura tecnológica de una organización. Por tanto, mantener un centro de datos eficiente y seguro es una necesidad imperativa.
La seguridad física y el acceso controlado encabezan la lista de prioridades. Es fundamental restringir la entrada al data center, asegurando que solo personal autorizado pueda acceder a través de puertas protegidas. Es esencial evitar que este espacio comparta lugar con oficinas administrativas, para reducir el riesgo de acceso no autorizado y prevenir posibles contaminaciones que puedan afectar los equipos.
El monitoreo y control ambiental también son críticos. Un sistema adecuado de monitoreo puede alertar sobre posibles peligros naturales que podrían dañar los equipos. Esto incluye el control de temperatura y humedad, detectores de fugas de agua y monitores de oxígeno. Tener cámaras para verificar la situación del data center a distancia es otra medida importante para prevenir y reaccionar ante posibles emergencias.
La climatización es otro factor vital. La refrigeración eficiente del centro de datos, mediante un sistema HVAC adecuado, garantiza que el equipo no se sobrecaliente y funcione dentro de los parámetros óptimos. La temperatura debe mantenerse entre 15 y 32 grados Celsius, con el extremo inferior siendo el más recomendado. La humedad también debe ser controlada para evitar daños a los servidores.
En cuanto a la protección contra incendios, los sistemas tradicionales de rociadores pueden ser un riesgo para los equipos electrónicos. Por lo tanto, es recomendable instalar sistemas de extinción de incendios y extintores específicos para electrónica, junto con detectores de humo fiables para evitar falsos positivos que puedan generar interrupciones innecesarias.
La gestión de cables no debe ser complicada, pero sí organizada. Un sistema bien etiquetado permite un mantenimiento más fácil y un centro de datos ordenado. Esto incluye el uso de racks en escalera y la correcta administración de cables, incluso en centros de datos con pisos falsos.
El almacenamiento de equipos y la instalación de racks para servidores deben maximizar el uso del espacio y reducir riesgos de accidentes. Es crucial asegurar los racks al suelo y eliminar alfombras que puedan ocasionar incendios. Además, considerar el uso de alfombras antiestáticas puede ser una buena práctica para evitar acumulaciones de electricidad estática.
Los centros de datos también requieren un piso adecuado. Aparte de eliminar alfombras estándar, es aconsejable considerar pisos falsos, que permiten una mejor gestión del cableado y flujo de aire, mejorando la circulación y ocultando los cables.
Las fuentes de alimentación redundantes y respaldos de energía son imprescindibles. Utilizar un interruptor de transferencia automática (ATS) y una fuente de alimentación ininterrumpida (UPS) garantiza una continuidad operativa en caso de interrupciones eléctricas, permitiendo suficiente tiempo para guardar datos de manera segura.
Definir claramente un punto de demarcación o DMARC facilita la gestión y resolución de problemas de telecomunicaciones, al establecer los límites de responsabilidad entre la empresa y el proveedor de servicios.
Finalmente, un plan de preparación para emergencias y respaldo de datos es esencial. Anticipar cualquier posible contingencia y tener un protocolo de respuesta claro puede ser la diferencia entre una rápida recuperación y una catástrofe empresarial. Capacitar al personal y definir roles durante una emergencia asegurará que las operaciones se mantengan bajo control.
En conclusión, mantener un centro de datos eficiente y seguro implica una planificación detallada y la implementación de diversas estrategias para proteger los datos y garantizar la continuidad del negocio. Siguiendo estas recomendaciones, las empresas pueden asegurarse de que sus centros de datos estarán preparados para enfrentar cualquier desafío.